Este primer ciclo de conferencias parte de la necesidad de comunicar al mundo nuestra pertenencia al único y verdadero Dios, exhibiendo un Evangelio puro, acompañado de una conducta consistente con él. Sostenemos y proclamamos la verdad como columna y baluarte a través de un testimonio que se erige sobre la obra electiva de Dios, la obra redentora del Hijo y la obra capacitadora del Espíritu Santo. Acompáñanos durante dos días a desarrollar una conciencia bíblica de nuestra provisión, responsabilidad y promesas revelados en la Palabra de Dios, que resulte en un andar que atestigue la multiforme gracia de Dios para su Iglesia.